viernes, 9 de mayo de 2014

Conociendo a San Juan XXIII (4)


Modernismo


Una de las muestras claras de que Espíritu Santo guía siempre a quienes se abren a esta dimensión la vemos en estas notas del diario del alma en San Juan XXIII ## 243-244. Ciertamente la sociedad, la tecnología nos abren nuevas puertas, pero ello no quiere decir que podamos caer en engaños. De ahí la importancia de poder escuchar el sentir de la Iglesia. Como lo fue en este caso. 

Jesús bendito ha tenido a bien concederme, una luz especial para comprender todavía más vivamente la necesidad de mantener íntegro y puro mi sentido de la fe con la iglesia, mostrándome también bajo una luz más resplandeciente la sabiduría, oportunidad y hermosura de las medidas pontificas encaminadas a salvaguardar principalmente al clero del contacto de los errores modernos (llamados modernistas), que de una manera engañosa y fascinante intentan demoler los cimientos de la doctrina católica. Las dolorosas experiencias de este año, observadas aquí y allá, las graves preocupaciones del Santo Padre y la voz de los sagrados pastores me han persuadido, incluso prescindiendo de otros datos, de que este viento del modernismo sopla muy fuerte y en una extensión mayor de lo que a primera vista pudiera parecer; de que es muy fácil que azote en el rostro y haga perder la cabeza incluso a aquellos que en un principio se sienten movidos solamente por el deseo de adaptar la antigua virtud del cristianismo a las necesidad modernas. Muchos, incluso buenos, han caído en el equívoco, inconscientemente tal vez; han pasado al campo del error. Y lo peor es que las ideas se pasa pronto al espíritu de independencia, de libertad de juicio, en todo y con todos. 

jueves, 8 de mayo de 2014

Conociendo a San Juan XXIII (3)




Cuestión social

Leyendo el diario Espiritual de San Juan XXIII vemos como le invadía una gran preocupación por el tema social. Como dice el es parte de su atención e interés y de su gran esfuerzo, por ello siempre estaba pidiendo al Corazón de Jesús que llene cada una de estas áreas que eran de su preocupación. Así lo leemos en el Diario del Alma ## 192-193

Oh, cómo la cuestión social, cuestión de vida no solo material, sino del espíritu, es medio de la agitación de las mentes, los lamentos de los desheredados, el trabajo febril de las almas apostólicas, las luchas, las desilusiones, los triunfos, se me presenta más digna de mi atención, de mi interés, de mis votos ardientes y de mi esfuerzo, cuando, sobre el fondo del gran cuadro, me parece ver a Jesús como el sol de primavera que se alza sobre el vasto mar; el rostro sereno y manso, los brazos abiertos, el corazón resplandeciente de la luz que circunda. Oh corazón divino, tú eres verdaderamente la solución de todo el problema; en ti reposan nuestras esperanzas, de ti esperamos la salvación.
Volved oh Jesús, a la sociedad, a la familia, a los espíritus. reina como soberano pacifico, ilumina con los resplandores de fe y de caridad de tu dulcísimo corazón las almas de los que se ocupan del bien del pueblo, de tus pobres; infundeles tu espíritu, espíritu de disciplina, de orden, de dulzura, manteniendo siempre vida en sus pechos la llama del entusiasmo.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Conociendo a San Juan XXIII (2)


Demasiado poeta

No hay que dejar nuestro empeño por las devociones y vida de piedad, sobre todo en este mes de mayo. Nos muestra además nuestro querido San Juan XXIII, que cuando nos abrimos a Dios, el escucha nuestra suplicas y nos concede aquello, que esta en nuestro corazón.  Así, nos lo enseña en su Diario del Alma en el # 92

"Hace unos días ha comenzado el mes mariano; y sigo necesitando recogimiento, especialmente en la meditación, en el rosario. En las cosas de piedad quizá sea un poco demasiado poeta. Por lo demás me parece que las cosas no van mal del todo, y doy por ello gracias a Dios y a María. El año pasado, en el mes de mayo, pedí a María dos cosas: humildad y amor. Al acabar el mes fui escuchado y tuve ovación de ejercitar la una y el otro. Este nuevo año vuelvo a empezar y espero que la Virgen me escuchará también. Es tan buena. A decir verdad, me cuenta trabajo humillarme, pero espero que será un trabajo que me ganará rica recompensa. Todo está en hacerse a ello con empuje, desde el principio. Jesús, María, ya sabéis que quiero agradados y amaros". 

martes, 6 de mayo de 2014

Sugerencias para vivir la Pascua


Para el tiempo de Cuaresma tenemos celebraciones a nuestro alcance que nos ayudan a prepararnos para la Pascua. Es el caso el Vía Crucis que, según un mismo esquema puede hacerse en casa, en familia, en la parroquia en algún encuentro... 

Si bien es cierto que para el tiempo de Pascua no las tenemos. Debemos ir introduciendo un tono pascual que nos recuerde que éste es el tiempo más importante. Frases con el Aleluya, algún texto bíblico sobre la resurrección, fundamento de nuestra fe, o sobre el protagonismo del Espíritu, como lo tuvo en la Virgen María.

La comunidad tiene que saber dar el color pascual a todos estos acontecimientos que se suceden y, al mismo tiempo, tiene que saber celebrar como se merece este tiempo central para nuestra fe ya que sin él nada de lo que hacemos tendría sentido.

Es cierto que la mejor manera de celebrar el tiempo pascual en profundidad es mediante la participación en la Eucaristía. No obstante, les  propongo unos esquemas de celebraciones pascuales que ayuden a no decaer en la intensidad de la celebra­ción pascual.

[Están pensadas para hacerse en familia, o en la comunidad parroquial, siempre separadas de la Eucaristía, es decir, con moti­vo de un encuentro, con un grupo, en la catequesis, en una asamblea...  No pretende suplir, tampoco, la celebración de la Liturgia de las Horas que, como resonancia que es de la eucaristía, ayuda a mantener el gozo pascual.]

Esta celebración quiere seguir el mismo esquema del Vía Crucis cuando contempla las estaciones de Jesús por el Camino de la Cruz. Podría ser llamada celebración del Vía Lucís, el Camino de la Luz, porque quiere seguir las estaciones de Jesús resucitado con sus discípulos.

La celebración debe hacerse en torno al cirio pascual -si se hace en el templo—, o en torno a un cirio que lo recuerde, bien significativo. El cirio está encendido. Todos aguantan una cande­la o un cirio más pequeño, de momento apagado. Haz clic en el documento Celebración para que lo puedas bajar. 

Celebrar la Pascua

QUE ES LA PASCUA


El Señor Jesús murió un viernes, y su resurrección se produjo al amanecer del primer día de la semana, el domingo. El sábado había sido la fiesta de los judíos. De esta manera lo explican los evangelios.

La Pascua de Jesús
Jesús a lo largo de su vida había participado activamente en todas estas fiestas. Y al "llegar su hora", después de la cena pascual con sus discípulos, muere en cruz -como los corderos que eran inmolados en el templo- y "reposa" el sábado en el sepulcro para resucitar vivo el primer día de la semana: el domingo. Este "paso" de Jesús, ha sido un acontecimiento inédito, único hasta aquel momento, ha sido el paso de la muerte a la vida para siempre, a una nueva vida que ya no está sujeta a la muerte. Ésta es la Pascua de Jesús.

El domingo y la Eucaristía 
Y es más. El Señor resucitado convoca nuevamente a los discípu­los "al cabo de ocho días", otra vez en domingo. De esta manera el primer día de la semana pasa a ser para Él mismo, ya que es el día de la resurrección, la Pascua semanal, en que se celebra la Eucaristía, la cena pascual con toda la Iglesia.

Así pues, la Eucaristía pasa a ser la Pascua como alimento. Y este alimento puede ser incluso cotidiano, porque diariamente se ha de realizar el paso de esta vida a la vida eterna, de este mundo al Padre, con Jesús.


La Pascua definitiva
Para los autores de los inicios de la Iglesia la Pascua lo era todo. Pascua es cada domingo. Pascua es cada sacramento. Pascua es cada fiesta del año porque cada una de ellas recibe su sentido de la Pascua de Jesús. Pascua es cada hecho de la Historia de la Salvación que recordamos y celebramos: en todos ellos se anuncia lo que sucederá en Jesús.

Pascua es, sobre todo, la fiesta de Pascua, el Triduo Pascual del Señor muerto en cruz, colocado en el sepulcro y resucitado a la vida: porque "con su pasión el Señor ha pasado de muerte a vida y en su resurrección nos ha abierto el camino a nosotros los creyentes, para que también nosotros pasemos de muerte a vida " (San Agustín, Enarrationes in Psalmis, 120,6).

Por eso, Pascua es la salvación que esperamos para el final de la historia, para el fin de nuestra vida; seremos entonces plenamente resucitados con Cristo Jesús: será la nueva Creación, el domingo sin fin, cuando se nos concederá el descanso tan deseado (cf. Mt 11,28-30). Como Jesús, con Jesús y gracias a Él, también "habre­mos pasado de muerte a vida". En todas la parroquias y centros de culto se ha de notar que "es Pascua". Y se ha de notar no sólo el día de Pascua, sino a lo largo de todo el tiempo pascual. Al principio es bastante fácil porque se da el contraste con el tiempo de Cuaresma en el que la austeridad ha predominado. El resplandor pascual inicial se ha de notar, pero se ha de programar de manera que la intensidad de la celebración dure hasta Pentecostés.